poema

viernes, noviembre 18, 2005

Hoy tengo un deseo,
Pero no pasa ninguna estrella fugas para pedirlo,
Hoy soñé que no volvía a soñar más,
Quise despertar para no seguir soñando,
Pero estaba despierto,
Una inspiración divina me dijo que nada importaba,
Y que una vez más debía pararme,
Estoy cansado de perder mi verdad,
Estoy cansado de llegar e irme con el dolor,
Hay alguien que canta canciones de amor,
Que dicen solo mentiras,
Una hermosa melodía de maldad entre mis ojos,
Pude escapar pero no quise,
Si tan solo respirar me cuesta,
Y al cerrar mis ojos veo la verdad,
Atrapado entre estas cuatro paredes voy a morir,
No me hablen,
Por que las voces de mi cabeza no me dejan oírlos,
No hablen,
No hablen,
Me condeno a querer a nadie,
Estoy amarrado a esto
Que estanca la sangre en mis venas,
Voces que gritan amor,
Voces que gritan muerte,
Destrúyeme cínica piedad

poema para el rockero muerto

Su guitarra sigue en su pieza,
Con sus cuerdas desafinadas,
Esperando volver a tocar las viejas canciones de antes,
Un día se fue y no volvió más,
Se apagaron sus versos,
La luz de su voz dejo de iluminar las notas de su mejor canción,
Un día de primavera fue tomado por los brazos de la muerte,
En su voz el grito de una generación oprimida,
En sus manos un viejo recuerdo de niño,
Que destruyo su deseo de volar,
En su cara la alegría de la muerte y a su lado una carta de amor para su hija,
Desgraciada muerte gracias por llevártelo,
Ahora es una leyenda